Comenzar a ver la luz

Como empresario, me doy cuenta que lo que yo crea no siempre es válido para los demás.
Siempre me he dicho a mí mismo que es triste que la gente no se sienta parte de un proyecto, especialmente cuando el entorno es muy malo y las posibilidades de fracasar son altas.
Pero es el precio de la inocencia/inexperiencia.

Siempre me he considerado una persona capaz y esta soberbia (¿por qué no decirlo?) es lo que me ha puesto en situaciones comprometidas.

Si bien, creo que la soberbia (o la seguridad en uno mismo, según se quiera ver) es parte de la fuerza de un líder, éste también debe replantearse las cosas y verlas con distancia para acertar su análisis y ajustar sus planes.

Después de meses en que mi empresa ha estado languideciendo (perdiendo clientes) debido en gran medida a la mala disposición del equipo, con la marcha de varias personas, parece que las cosas comienzan a ponerse nuevamente en marcha.

Es obvio que siempre podré encontrar razones para justificarme en que se haya instalado el caos en la empresa, lo que es verdad es que una parte importante de la culpa ha sido mía:
* Pretender mantener las cosas independientemente del cambio en las personas.
* No acabar de raíz con las primeras muestras de bajo desempeño/mala relación en los miembros del equipo.
* No estar cerca de los clientes.

Es verdad que durante el año pasado hubieron bastantes cambios en el equipo, tanto nuclear como ampliado, y además me enfrenté a verdaderos quebraderos de cabeza por culpa de un problema legal. Sin embargo, tenía que haber encontrado hueco para solventar otros problemas que hicieron que la empresa sufriera hasta sus cimientos.

Espero que ahora que comienzo a ver la luz, sea porque las cosas se han dado favorablemente (algo de suerte iba a tener) y que las decisiones que he tomado han sido positivas.

Si las cosas son así, es posible que comience a dar pasos hacia mi nuevo emprendimiento, pero esta vez en México. Ojalá…

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