Enfermar lejos de casa

«México lindo y querido… si muero lejos de ti…»

Soy una persona sana que muy raramente se enferma, pero cuando esto sucede, además del fastidio que la dolencia supone, me pasan muchas cosas por la cabeza.

Pues sí, una de ellas es lo que sucedería si muriera en Madrid, a miles de kilómetros de mi familia.

Desde hace tiempo quiero contratar un seguro que facilite todas estas cosas a mis allegados, pero me imagino que por pura superstición no lo he hecho aún.

En EEUU esto es un gran negocio y en España las compañías aseguradoras comienzan a verlo claro.

Pero no era de eso de lo que quería escribir ahora, sino de las dificultades para encontrar un buen médico en Madrid.  En distintas ocasiones, he acudido a doctores (tanto de la seguridad social, como de consultas privadas) y me he encontrado con la misma situación: no te tocan.

No es que me gusta que me manosee una extraña (menos un extraño), sino que me parece que para hacer un diagnóstico adecuado un médico tiene que revisar a su paciente.  No sé si será la costumbre, pero en México los doctores auscultan con cierto detenimiento y determinan la dolencia y el tratamiento a seguir.

Tengo un pitido en uno de los oídos ocasionado por una fuerte gripe que me dio nada más llegar a España y he acudido a 5 médicos españoles.  Sin tocarme, me recetaron una pastilla y me pidieron… ¡que volviera en 7 meses si no mejoraba!

En uno de mis últimos viajes a México se me infectó un oído y tuve que ir a un médico para que me recetara algo.  El doctor colocó sus manos sobre mis oídos, me tomó la presión, utilizó el estetoscopio y me recetó varios medicamentos.  En cuestión de 3 días ya estaba bastante mejor.

En México nos quejamos de la sanidad pública (y con razón), pero me parece que existe un buen nivel entre los médicos y, sobre todo, existe ese vínculo que hace que uno se sienta atendido y creo que desde ahí comienza la recuperación del paciente: de sentirse atendido y apreciado por quien tiene la responsabilidad de cuidarlo.

Un comentario sobre “Enfermar lejos de casa

  1. Totalmente de acuerdo. Este mes me ha tocado hacer la ronda de los médicos… y para mi sorpresa, no, no te tocan… muy diferente a mi médico de cabecera de mi pueblo, en otra comunidad autónoma.

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